martes, 25 de diciembre de 2012

Sam DeStefano: El despiadado asesino de la Cosa Nostra


A lo largo de la historia de la humanidad siempre han existido asesinos despiadados cuyas estrategias y modus operandi han sido aprovechados por diversos líderes de asociaciones ilícitas. En el mundo de la mafia no sólo se han destacado los mayores jefes de los grupos, sino también aquellos hombres con ímpetu de "carniceros", que llevaban adelante las más cruentas misiones en nombre de su hermandad ilegal.

Tal es el caso de Sam DeStefano, conocido mundialmente por haber sido uno de los matones y torturadores más despiadados del grupo mafioso la Cosa Nostra, siendo reconocido también como uno de los más grandes asesinos psicópatas de la historia.

Sam DeStefano, que durante su carrera delictiva fue apodado con el alias de Mad Sam, había nacido el 13 de septiembre de 1909 en el estado norteamericano de Illinois, aunque pasó toda su infancia en la ciudad de Chicago, precisamente en la época de los años veinte, cuando Al Capone era conocido como el rey de la mafia.

Su cercanía al delito hizo que ya desde los 8 años Sam se sintiera atraído y fascinado por el mundo de la mafia y los gansters, ya que tengamos en cuenta que por aquellos años estos criminales imponían libremente su ley en las calles.

En su juventud DeStefano se convirtió en miembro de la legendaria Banda de los 42, que estaba conformada por un gran número de pequeños delincuentes que operaban en lo que se conoce como el crimen organizado, y en la cual se formaron futuros jefes de la Mafia que lograrían su popularidad gracias a sus crímenes, como fue el caso de Sam Giancana.

Como sucede con todos los delincuentes, DeStefano tuvo varias y diversas visitas a la prisión, siendo condenado en reiteradas oportunidades por diferentes delitos, siendo el primero en el año 1927 cuando Sam fue apresado y condenado a tres años de cárcel por declarado culpable de la violación de una niña.

Como dijimos, esa fue la primera vez que DeStefano enfrentó una condena, que a partir de allí se volvió algo cotidiano en su vida, ya que durante su carrera criminal fue apresado en diversas oportunidades por delitos tales como robo de bancos, asaltos variados, secuestros, etc.

Es que en realidad, Sam tan sólo tuvo un trabajo honrado en su vida, cuando en el año 1947 se desenvolvió como basurero municipal en la ciudad de Chicago, labor que no duraría mucho tiempo.

Si bien había sido apodado como “El Loco”, lo cierto es que DeStefano tenía muy en claro cuáles eran sus metas y supo sacar siempre buen provecho de sus trabajos deshonrosos, ya que con el dinero que había logrado ahorrar durante su período como ladrón de bancos junto a la mencionada Banda de los 42 y, invirtió inteligentemente en la compra de diversas propiedades, las cuales les reportaron excelentes beneficios económicos sin esfuerzo.

Pero lo suyo no eran las bienes raíces, sino el asesinato, y era conciente de que su mayor talento y su verdadera especialidad era convertirse en el torturador y homicida que cobraba por sus servicios.

Para ello, Mad Sam tenía dos tipos de armas preferidas, por un lado su pistola y por el otro un picahielos, con el que solía torturar cruelmente a sus víctimas. Se dice que fue precisamente su imparable sed por matar lo que no le permitió ascender en cargos dentro de la Cosa Nostra, mientras varios compañeros suyos de la Banda de los 42 llegaron a ocupar sitios de privilegio en dicha organización criminal.

Hoy se conocen un sinfín de leyendas que relatan los distintos episodios criminales cometidos por DeStefano, y que en definitiva son una verdadera muestra de su incalculable brutalidad. Entre sus víctimas más conocidas figuran nombres como Sam Giancana, Paul Ricca y Joey Aiuppa.

Pero además de asesino, Sam DeStefano fue conocido por ser un monstruo torturador, que sometía a sus víctimas al más inimaginable tormento, llevado a cabo dichas torturas en el sótano de su casa.

Esta cámara de tortura privada había sido forrada de madera para evitar que los sonidos que ocurrían en su interior se escucharan desde afuera, y poseía una gran cantidad de escaparates en los que disponía de un enorme y terrorífico arsenal de cuchillos, mazas y por supuesto sus armas predilectas: su querida colección de picahielos.

Por aquel lugar pasaron innumerables personas, que en mayor o menor medida se habían entrometido con los intereses de los jefes de DeStefano o contra él mismo, como sucediera con su propio hermano Michael DeStefano, que fue asesinado por Sam de tres tiros en la nuca.

Pero la muerte implacable lo alcanzó a él también, después de una serie de hechos que la propia organización la Cosa Nostra consideró demasiado, ordenando la desaparición de Sam.

Según cuenta la historia, a finales de la década de los sesenta, Mad Sam había encontrado un gran rival y competidor dentro del negocio de los préstamos ilícitos, un tal Leo Foreman, que había comenzado a poner en peligro la empresa de DeStefano.

A raíz de ello, Mad Sam mantuvo una reunión con Foreman y después de una acalorada discusión, lo golpeó y lo arrastró hacia el sótano del restaurante de su hermano. Con la colaboración de Tony Spiotro y de Chuckie Crimaldi, Sam torturó despiadadamente a Foreman hasta quitarle la vida.

Pocos días después DeStefano y Spilotro fueron detenidos y acusados del homicidio en primer grado de Leo Foreman, habiendo sido delatados por Chucki Grimaldi, que en realidad trabajaba como informador de la policía.

En aquella época, Sam era conocido por la opinión pública, y su extraño comportamiento despertaron el interés de los espectadores que esperaban ansiosos el juicio al El Loco Sam, quien se representó en la corte él mismo, vestido con pijama, hablando y divagando de manera incoherente a través de un megáfono.

Ante esta realidad, los más altos jefes de la mafia comenzaron a preocuparse por las actitudes de DeStefano, que no sólo ponían en peligro su propia defensa, sino también las de todos los implicados.

Finalmente, luego de una reunión secreta, en la que participó Giancana,  uno de los máximo jefes de la mafia y antiguo mentor de DeStefano, se ordenó el asesinato de Mad Sam, el cual tuvo lugar el 14 de abril de 1973 en su propio garaje, a manos de Spilotro, quien con una escopeta le disparó dos veces, y de los cuales el primer disparo le desgarró el brazo, mientras que el segundo le partió el pecho.

Para conocer más acerca de la vida de Mad Sam te recomendamos la lectura del libro titulado "The Mob’s Guys" de Antonio Napoli.

0 comentarios:

Publicar un comentario