Fuente 25 de enero de 2004
NUEVA YORK.- La mafia italiana de Nueva York, lejos ya del esplendor de los años 30, atraviesa uno de sus peores momentos, afectada por el duro golpe policial asestado a una de sus familias más antiguas y respetadas, los Bonnano.
Esta misma semana, en un despliegue operativo sin precedentes, casi un centenar de policías y agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) detuvieron a unos 20 miembros de este clan, entre ellos el jefe en funciones de la familia, Anthony Urso, y su mano derecha, Joseph Cammarano.
Además, se ampliaron los cargos para el que ha sido durante muchos años "capo" de los Bonnano, Joseph Massino, encarcelado desde enero del 2003 y que podría haber movido los hilos de la familia desde la cárcel de Brooklyn.
Los Bonnano son sólo uno de los cinco clanes que se repartieron la ciudad de Nueva York en los años 30, junto a los Lucchese, los Colombo, los Gambino y los Genovese.
Todos ellos han tratado de sobrevivir, con mayor o menor fortuna, en los nuevos tiempos de la ciudad de Nueva York, movilizada y en constante alerta ahora por el enemigo público número 1, el terrorismo internacional.
En la actualidad, los Bonnano viven del narcotráfico, de las apuestas ilegales y de los préstamos usureros en Brooklyn, según fuentes policiales citadas por algunos medios.
Lejos quedan los días gloriosos de Joe Bonnano, que dirigió con mano dura el clan desde los años 30 hasta 1966, y que se jactó de no haber estado nunca implicado en negocios de prostitución o tráfico de drogas, como se relata en una biografía publicada en Estados Unidos.
Ahora, la familia se enfrenta a su casi total desmantelamiento, con la detención e inculpación por asesinato de una veintena de sus miembros, en una operación que se ha gestado durante los últimos cuatro años.
La propia fiscal Roslyn Mauskopf reconoció ante la prensa esta semana haber contado con la colaboración de miembros arrepentidos para grabar conversaciones y obtener más información sobre las actividades del clan.
De hecho, más de 70 miembros o asociados de los Bonanno han sido inculpados en los dos últimos años y al menos media docena de ellos han cooperado con los investigadores.
Supone, por tanto, una fuerte crisis para la pandilla criminal, tan grave como la que sufrió a mediados de los años 70, cuando se descubrió que tenía un agente del FBI infiltrado en sus filas, bajo el nombre falso de "Donnie Brasco".
La labor del agente fue devastadora, pues permitió decenas de detenciones. Además, causó el asesinato del mafioso que le introdujo en la familia, Dominick Napolitano, conocido como "Sony Black", que apareció muerto en un pantano de Staten Island en 1982.
La historia -que fue llevada al cine en 1997 con Al Pacino y Johnny Deep como protagonistas- todavía colea, dado que tras la redada realizada esta semana, las autoridades anunciaron que se ampliaban los cargos contra el capo encarcelado Massino, por el asesinato de "Sony Black".
El resto de las familias, alarmadas por la infiltración del agente del FBI, decidieron apartarse de los Bonnano, e incluso los expulsaron de la Comisión, una especie de órgano de decisión encargado de resolver las disputas de la mafia y fijar estrategias de futuro.
Fue precisamente Massino, que tomó el mando en 1993, el encargado de normalizar las relaciones y de devolver a la familia algo del esplendor que tuvo antaño, hasta convertirse, según los expertos, en el segundo grupo más poderoso de Nueva York, sólo detrás de los Genovese.
Massino, quien introdujo el negocio de narcóticos en la familia y nuevas maneras de operar, más discretas, silenciosas y complejas, cayó en manos del FBI en 2003 y ahora permanece recluido en la cárcel de Brooklyn, con nuevos cargos sobre su expediente.
Si la familia sobrevivirá a este nuevo golpe policial es, por ahora, una incógnita.
jueves, 27 de diciembre de 2012
La mafia italiana de Nueva York, en su peor momento
19:22
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